Cómo A Small Job ayudó a conseguir los objetivos
El hilo conductor de la acción era el Cyclone, un juego que asegura diversión y adrenalina por un tubo. Niños y niñas, padres y madres de todas las edades se sumergieron en una experiencia en la que debían atrapar bolas de colores al vuelo. Si lo lograban en un tiempo limitado, conseguían unas gafas graduadas de regalo.
En el interior de la tienda contamos con todo lo necesario para que el evento se convirtiera en toda una fiesta: un DJ, algodón de azúcar hecho al momento, proyecciones de colores que pintaban las paredes y los techos de la boutique y azafatas que recibían y guiaban a la gente.
En el escaparate instalamos una gran pantalla que retransmitía en directo lo que sucedía en la planta de arriba: se podía ver cómo la gente se divertía dentro del Cyclone. También contamos con animadores y azafatas en la puerta del establecimiento y un par de hombres subidos a unos zancos, que desde luego no pasaban desapercibidos.
El medio digital tampoco lo dejamos de lado, unos días antes del evento lanzamos un video promocional para comunicar la inauguración junto a un evento en Facebook. Todo ello con el propósito de cumplir el principal objetivo de cliente: captar tráfico.
